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3 formas de perder lectores en tu web ¡Evítalas!
23 de septiembre de 2022

3 formas de perder lectores en tu web ¡Evítalas!

Si ya no gustas, estás ‘out’ y te preguntas por qué el tráfico web de tu empresa cae estrepitosamente, tienes un problema encima y también una buena oportunidad para solucionarlo. Los blogs y las webs en general son como un restaurante. Es una analogía sencilla. Los que llevamos una web hacemos a la vez de encargados, cocineros, maitres, soumillers, camareros y jefes de caja.

¿Recuerdas ese restaurante al que fuiste a cenar y no volviste? ¿Qué fue lo que te hizo levantarte de la mesa en ese otro? Seguramente te tiraste media hora esperando un entrante, te encontraste con un mantel sucio, o te llevaron un plato que ni el cocinero se atrevería a probarlo.

Igual que un encargado debe analizar porqué desde hace meses sólo sirve dos menús, el responsable de una web con una estadística inmóvil debería hacer un examen de conciencia.

Echemos un vistazo a tres claves que debes repasar y que pueden estar costándote tu tráfico web y también los clientes:

1. El tiempo de espera

Si te tiras media hora esperando a que te sirvan una ensalada, ten por seguro que no volverás a cenar en ese restaurante que te habían recomendado. En las webs, el tiempo también importa, y mucho. Si tu página tarda en cargar, si se cuelga, si da errores frecuentes, no esperes que tu lector vuelva a seguirte.

El especialista en velocidad de Microsoft, Harry Shum, asegura que un tiempo de carga de unos 250 milisegundos es el número mágico para ser competitivo en la web y Google, por su parte, considera un sitio lento aquel que tarda en cargar más de 1,5 segundos.

Ni mucho ni poco. Sólo lo justo. Pero ten en cuenta que los usuarios se enrabietan con los vídeos que tardan en cargar o cargan mal. Internet ya no es ese mundo de los 90’s en el que las conexiones eran tediosas y la novedad nos empujaba a soportar las lentitudes.

Tus lectores son del aquí y ahora. Y si tú no se lo das, habrá otro que sí lo haga. ¿Has probado a hablar con un diseñador web? Seguro que puede evitarte más un disgusto.

2. Un diseño pobre o un mal diseño

Estamos en la época de lo visual, de la imagen. Si eres, como yo, de los que escribe, quizá no te fijes tanto en el diseño como en el contenido, pero lo cierto es que lo que entra por los ojos sabe mejor al paladar.

¿Recuerdas el mantel sucio del restaurante? Pues lo mismo pasa en nuestros sites. Hay errores que saltan a la vista, pero hay otros más ocultos que tienen la misma importancia y que debemos cuidar tanto o más.

Un buen diseño web te hará ganar visitas y clientes, porque el producto importa pero el envoltorio que lo lleva también.

A mí me encanta el chocolate. Tengo un amigo belga que cada vez que viene a España me trae una cajita de bombones. Quizá el chocolate belga más conocido (también en el precio) sea el Godiva, pero hay otra marca, Leonidas, que además de ser de calidad, trae una presentación espectacular. ¿Es mejor que Godiva? Seguramente no, pero el envoltorio es igual de bueno. Mira si no este mostrador de una de sus tiendas en Bruselas y cómo te envuelven los bombones en cuestión.

En los bombones, como en Internet, ¿no es más apetecible encontrar un algo agradable y limpio donde consigas lo que buscas que entrar un sitio donde reina el desorden?

Otro buen ejemplo en el diseño es la tipografía: fíjate en un periódico, experto en este arte. ¿Ves enormes titulares junto a letras mínimas que no pueden leerse? ¿Acaso utilizan un tipo de letra muy creativa pero estrepitosamente ilegible? La tipografía consiste en saber utilizar el equilibrio y es una parte importantísima del diseño web.

Un buen diseñador web sabrá que tu página debe utilizar una tipografía equilibrada capaz de ayudar al lector a comprender el conjunto del diseño de tu web, además de ayudarle a comprender visualmente el contenido.

¿Te interesa saber más? Mira este post sobre las Tendencias en el diseño web para 2013.

 3. ¡¡¡El contenido!!! 

¡Ay, amigo! El contenido es el rey, lo has oído mil veces. Un buen diseño web no te servirá de nada si tu contenido es pobre o no está actualizado. Tus lectores se irán corriendo si al entrar en tu blog se cruzan con un post de hace más de tres meses y también lo harán si lo que les ofreces el igual o peor que lo que le ofrece el resto.

¿No decíamos que te ibas de un restaurante cuando probabas un plato y los alimentos no eran frescos? ¿Por qué debería ser fiel un lector a un blog en el que no se escribe y todo está pasado o ya lo tiene más que visto?

¡Eureka! ¡¡Actualiza!! No es necesario que sea todos los días. Es mejor escribir algo interesante que darle a tus lectores un refrito de Google o datos sin el más mínimo interés. Busca buenos titulares y temas de interés y sé regular en tus publicaciones.

El resumen de todo esto, es que, como en el restaurante, sólo triunfa el que es un buen encargado: el que sabe servir rápido, ser atractivo y ofrecer buenos platos.

¿Y tú? ¿Ofreces lo que tus clientes buscan?

 

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