¿Cómo te quedarías si al comprar en el supermercado de tu barrio te obligaran a dar una serie de datos personales para finalizar la compra? Apostaría a que no son pocos los que dejarían su carrito en la línea de caja y se irían a comprar a otro sitio despotricando frases como ¨¡Para qué quieren estos mis datos!¨ o ¨¡Si hombre, voy a perder yo 5 minutos rellenando un formulario!¨. Nuestros datos personales son algo que, con tremendo acierto, valoramos muchísimo. En una tienda online es común que te obliguen a registrarte para finalizar la compra, ya que en muchos casos el producto tiene que ser enviado a una dirección física.

Sin embargo, tener que dar los datos para el envío no es suficiente motivo para que el cliente acepte que la tienda online guarde dichos datos y haga un tratamiento de los mismos. Y dado que no es totalmente necesario, el registro puede ser un desincentivo para finalizar la compra.
También hay que tener en cuenta qué negocio es el que está pidiendo el registro. Es decir, el prestigio de la marca y la demanda de sus productos afecta a cuantos datos esté dispuesto a facilitar un determinado cliente y, por tanto, afecta al posicionamiento que tome un negocio sobre esta cuestión. Poniendo un ejemplo, no es lo mismo cuando se intenta comprar una consola de última generación que está agotada en la mayoría de tiendas, que cuando vas a comprar un teclado para el ordenador. Del mismo modo, no es lo mismo comprar a una marca de alto prestigio y exclusiva que hacerlo en un supermercado que no conoce nadie.
Por lo general suele ser recomendable no obligar al registro, sino incentivar al mismo. Especialmente si es una tienda online que está empezando, ya que le conviene ponerlo todo muy fácil al potencial cliente.
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¿Cómo se puede incentivar al registro?
Sin duda hay muchas alternativas, como por ejemplo:
- Con un mensaje tipo ¨Si te registras al realizar el pedido, tus próximas compras serán más rápidas¨. ¿El motivo de no registrarse es por falta de tiempo? Démosle la vuelta a la tortilla.
- Ofreciendo una newsletter con las ofertas de los productos que sean de su interés. ¿Quién puede resistirse a recibir inmejorables ofertas? Pero ojo, si el cliente da sus datos para recibir ofertas, única y exclusivamente ofertas, puede que no sea de su agrado recibir un e-mail con asuntos corporativos. Sí, de esos asuntos que al Director de Marketing le encanta contar pero que a los clientes les importa un ¨poquito¨ menos.
- Ofreciendo descuentos. Ya sea un bono regalo por registrarte, envío gratis en la próxima compra, precios especiales para socios, etc. Pocas cosas incentivan más que cuando nos afectan positivamente al bolsillo.
- ¿Qué tal un pop-up en la home? Este es un tema con diversidad de opiniones, pero hay tiendas online que afirman que les funciona muy bien. El que según se llegue a la home se te ofrezca la posibilidad de registrarse antes de empezar la compra. Todo es cuestión de probarlo…
Transparencia por bandera
Cuando se trata de que alguien facilite sus datos personales, la transparencia resulta fundamental. Empezando por tener una política de privacidad. Poca gente se la va a leer pero no tenerla puede hacer sospechar.
No estaría de más resumir al usuario para qué se van a utilizar sus datos y, por supuesto, que el registro no sea un ¨todo en uno¨. Es decir, que el usuario pueda decidir qué opciones quiere. Como decíamos antes, puede que quiera recibir ofertas pero no otro tipo de información.
El registro si breve, dos veces bueno
Intenta pedir los menos datos posibles. Todo el mundo odia esos registros interminables. Solicita lo básico, ya habrá tiempo de ir conociendo más a tus clientes.
Sinceridad ante todo
Un incentivo no es poner en valor algo que debe de estar incluido sin necesidad de estar registrado.
Por ejemplo, ¿Obligar a registrarse para que el cliente puede hacer un seguimiento del pedido? Buen intento… pero es un servicio que debemos dar y para el que no es necesario el registro.
Del mismo modo, si ya es un problema obligar a registrarse para comprar, ni que decir tiene de obligar a registrarse para visitar la tienda online, especialmente si el negocio también tiene presencia física. Esto es algo que va estando en desuso.
¿Sacrificar conversión por registros?
Estamos hablando de primar la conversión a las ventas, pero puede darse el caso de negocios que estén dispuestos a sacrificar conversiones por registros ya que tienen muy estudiado que les compensa desde el punto de vista de la rentabilidad, en base al tratamiento que hacen de dichos registros.
Y hasta aquí nuestra visión sobre la obligación de registrarse en una tienda online para comprar. ¿Estáis de acuerdo en que obligar al registro es un freno o pensáis que es algo que todo negocio online debe hacer?