Como hemos hablado en anteriores artículos (aquí y aquí), existen muchas redes sociales en función de su público, sus características o su temática. En este último capítulo nos centraremos en uno de los tipos con más auge en la actualidad: las redes sociales audiovisuales.
La era de Internet ha revolucionado la comunicación en general, y la empresarial en particular. Nos alejamos de las clásicas notas de prensa o las promociones puntuales para centrar nuestros esfuerzos en crear una relación con nuestros (potenciales) clientes basada en la naturalidad, la originalidad y la constancia. Cada vez son más las herramientas, sobre todo de imagen y sonido, que se crean para ayudarnos en este objetivo y que son las protagonistas de plataformas que cuentan con millones de usuarios.
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Creada en 2009, cuenta ya con más de 70 millones de usuarios y se ha convertido en la red social con la tasa de crecimiento más alta de la historia, razones para plantearse seriamente estar presentes en ella. Se trata de una plataforma en la que se comparten imágenes organizadas por categorías que los usuarios pueden guardar en tableros, comentar, seguir a otros usuarios o repinear un contenido: es decir, un gran escaparate.
Existe la posibilidad de crear una cuenta específica para empresa, pero no te confundas y la utilices para colgar ofertas a lo loco; debes respetar la esencia de Pinterest: es una red social libre de publicidad y basada más en la inspiración y la creatividad, lo cual no significa que no puedas aplicar estas características a la promoción de tu negocio. Por ejemplo, si eres fabricante de pinturas, en una foto de un bote de pintura se verá muy bien tu logo, pero no tendrá muchos repines porque no aporta nada al usuario. Pero sí puedes publicar imágenes de decoración con ideas originales para pintar casas o tiendas.
Además de ideas e inspiraciones, la tendencia más de moda en esta red social es el DIY (Do It Yourself), o enseñar a los usuarios cómo fabricar cosas por sí mismos de forma bonita y original. Está claro, desde luego, que la aplicación más interesante de Pinterest no es vender, sino mostrar las infinitas posibilidades y usos que puede ofrecer un producto.
Es una red social en la que los usuarios realizan fotografías con su smartphone o tablet, les aplican (o no) un filtro y las comparten en su perfil. Su mayor virtud es, al mismo tiempo, su gran handicap: es una aplicación disponible únicamente para dispositivos móviles Android. Sin embargo, los pros de Instagram superan con creces a los contras y se ha convertido en un fenómeno a nivel mundial por su mezcla de ingredientes de éxito: fácil manejo, uso instantáneo y en cualquier lugar, creatividad e interés.
A nivel empresarial, Instagram puede ser muy útil para a la hora de conseguir no sólo un reconocimiento, sino una mayor implicación de nuestro público con la marca. Ejemplo de ello fue el concurso organizado por Starbucks Coffee en el que pedían a sus seguidores que subieran una foto de lo que hacían mientras se tomaban un café de Starbucks. El resultado fueron cientos de fotos, muchas de ellas bonitas o sorprendentes; pero lo más importante es que era un «yo consumo esa marca», un reconocimiento en público, por parte de cientos de personas.
Otro de los usos más interesantes de Instagram es publicar fotos para mostrar el lado humano de nuestra empresa: imágenes naturales y divertidas de los empleados en pleno proceso creativo o en un coffee break acercarán al usuario a la realidad más cotidiana de la marca, además de aportarle un soplo de transparencia y frescura.
YOUTUBE
Aunque no se trata de una red social propiamente dicha, no podemos dejar a un lado Youtube, que se ha convertido ya en un fenómeno, casi un símbolo de nuestra era, con sus casi 800 millones de visitas al mes; además de ser una importante herramienta de búsqueda casi tan importante como el todopoderoso Google.
Creamos un canal en el que colgar nuestros vídeos, que hace las veces de «perfil» y cuya cabecera puede personalizarse (nombre, logo, colores) e incluir una pequeña descripción del canal o de la empresa. Los usuarios podrán suscribirse a tu canal para recibir las actualizaciones, y reproducir, comentar y compartir el material que subas.
Un vídeo bien hecho transmite de forma más clara, rápida, cómoda y eficaz un mensaje; pero el verdadero reto está en crear un contenido interesante y valioso que logre captar la atención del usuario, y que éste lo comparta con sus contactos de manera que lleguemos a crear una verdadera red de seguidores. Una visita virtual de las instalaciones de la empresa, un vídeo sobre cómo se fabrica un producto, o sobre sus posibles usos y funcionalidades, consejos de mantenimiento… Las posibilidades son infinitas, ¡sé creativo y útil para tus seguidores!
Nos interesa tu opinión y tu experiencia, ¿has utilizado alguna vez una red social audiovisual con fines profesionales? ¿Qué sectores crees que pueden estar más limitados en ellas?